Como la base de la mayor parte de champús son los sulfatos, componentes químicos muy abrasivos, su uso diario impacta no solo en el aspecto del cabello, sino en la salud de las personas.
Un estudio conducido por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos descubrió, que la exposición continua a una fórmula con sulfatos provoca la inflamación de la piel y demostrando el nivel tóxico con que afecta la piel.
La prueba de nuevas fórmulas libres de sulfatos ha dado la oportunidad de diversificar la oferta de estos productos en los puntos de venta, debido a que cada vez más personas lo demandan.
Johnson & Johnson es una de estas marcas que han diversificado su gama de productos libres de sulfatos dentro de la categoría de bebés, en donde es escasa y en algunos casos nula, la venta de champús y jabones que estén libres de estos componentes.
En el resto del mercado, marcas como L’Oréal Paris Ever Creme fueron de las primeras en comercializar esta gama de manera masiva, sumándose a los esfuerzos de pequeñas compañías que entraron al mercado aunque con una estrategia de exhibición menor que estas enormes marcas.
¿Qué son los sulfatos?
Los sulfatos son los detergentes abrasivos que se usan tanto en champús como en jabones líquidos y en detergentes que encontramos en el supermercado para lavar ropa o hacer la limpieza de la casa.
La peculiaridad de este componente es que genera espuma, lo que da a muchas personas que lo usan la sensación de limpieza, pues uno de sus principales efectos es la eliminación de grasa, sin embargo, los lípidos naturales presentes en el cuero cabelludo y en la piel también son eliminados.
Si bien ya hemos visto el efecto tóxico de los sulfatos en la piel, cuando esta se encuentra bajo una exposición prolongada a ellos, una lógica de consumo que puede ayudar a tomar nuevas decisiones de compra es que si ya existen productos que con menor impacto abrasivo, lo adecuado es usarlos.