Mario Aburto se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social 12, en el estado de Guanajuato. Durante este sexenio, ha recurrido a distintas instancias, autónomas, judiciales y del poder ejecutivo a fin de invalidar su sentencia.
Tras terminar un mitin político, el entonces candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta, fue asesinado el 23 de marzo de 1994, pasando las 17:00 horas, en la localidad de Lomas Taurinas, Tijuana; suceso que fue considerado como el primer magnicidio cometido en México desde el asesinato de Álvaro Obregón el 17 de julio de 1928. Hoy en día, a 28 años de su muerte, la opinión sigue sosteniendo que se trató de un complot orquestado y dirigido en el seno del partido tricolor, ordenado directamente por Carlos Salinas de Gortari, mediante su jefe de asesores, José María Córdoba Montoya.
Desde entonces, Mario Aburto Martínez fue identificado como el autor intelectual y material del crimen, a pesar de que diversos fiscales especiales investigaron la hipótesis de un segundo tirador. Sin embargo, a la fecha, no se ha podido acreditar este hecho y por ello, se dejó en libertad por falta de elementos a quien durante dos años se consideró cómplice de Aburto, Othón Cortés, entonces chofer de Colosio, mismo que años más tarde aseguró que fue torturado y acusado injustamente. Además de haber sido recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 El Altiplano, en el Estado de México.
ABURTO PROMUEVE AMPARO POR TORTURA
A días de cumplirse el vigésimo octavo aniversario, Mario Aburto promovió una demanda de amparo en la que señala fue víctima de tortura desde el momento de su detención, misma que fue aceptada por un tribunal federal y en ella, se queja de que la Fiscalía General de la República (FGR) ha hecho caso omiso a indagar los tratos crueles e inhumanos de los que ha sido víctima desde el 23 de marzo de 1994.
De acuerdo con Excélsior, la demanda fue admitida desde el pasado 18 de marzo bajo el número 232/2022 por el juzgado segundo de distrito en materia de amparo penal del primer circuito, a cargo de Antonio González García. El reclamo de Aburto apunta que la autoridad investigadora nunca ha iniciado ninguna indagatoria contra aquellos funcionarios públicos que lo torturaron.
Aunado a lo anterior, buscar quedar inscrito en el Registro Nacional del Delito de Tortura con el fin de que dentro de las acusaciones que se formularon en su contra, también quede constancia de su situación y por tanto, se invaliden los cargos por los que fue sentenciado a 45 años de prisión, luego de ser declarado culpable del delito de homicidio calificado con premeditación y alevosía.
Actualmente, Mario Aburto se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social 12, en el estado de Guanajuato. Durante este sexenio, ha recurrido a distintas instancias, autónomas, judiciales y del poder ejecutivo a fin de invalidar su sentencia y recobrar su libertad. No obstante, la propia Olga Sánchez Cordero en marzo de 2019 sostuvo como secretaria de Gobernación que la única opción para reabrir el caso del homicidio de Luis Donaldo Colosio es que existan pruebas “supervivientes”, es decir, que hayan surgido después de los hechos, pero esto no ha pasado.