Terminados los cuartos de final de la Champions League, lo sorpresivo de los resultados han demostrado una vez más que se trata del mejor torneo a nivel del clubes que existe sobre el planeta y que además, las modificaciones hechas al mismo están pensados en beneficio del espectáculo.
La eliminación de la Juventus, y el partido de vuelta de entre el Manchester City frente al Tottenham, confirmaron de nueva cuenta aquel mote de las “noches mágicas” en las que ocurren situaciones poco probables y en las que ningún equipo debe dar por sentado nada.
Desde sus inicios, la Champions ha contado con el factor sorpresa, con lo improbable e impredecible a su favor, desde victorias agónicas, remontadas espectaculares, derrotas catastróficas así como la consagración de la mayoría de los mejores jugadores del planeta.