¿Sabías que las muñecas María en un principio eran elaboradas de arcilla y se creía que protegían a los niños de malos espíritus? Te contamos sus orígenes:
Al caminar por las calles de la Ciudad de México, sobre todo por el Centro Histórico, te encuentras en el pavimento o en ocasiones sobre tablas de madera, decenas de muñequitas de todos los tamaños hechas de trapo, enfiladas con coloridos tocados de listones. Todas peinadas con dos trencitas y vestidas con ropa típica mexicana. Aunque la muñeca María -como se le nombra- es una creación mazahua, etnia originaria del Estado de México y Michoacán, sus tiernas caritas ya pueden encontrarse en todo el país.
Para su elaboración no se utiliza máquina de coser, todo es a mano, lo que implica un trabajo de más de cinco horas, dependiendo el tamaño. En un principio eran elaboradas de arcilla y se creía que protegían a los niños de los malos espíritus. Hoy, son adquiridas tanto por mexicanos como por turistas para adornar sus hogares o regalar como souvenir, sus precios varían desde 70 pesos, pero ¿desde cuándo existen? Aquí la historia:
El origen de esta colorida muñeca se remonta a la época del virreinato de México, específicamente en los pueblos otomíes y mazahuas de Michoacán, del Estado de México y Querétaro. En un principio fueron creadas como una alternativa económica a las muñecas de porcelana europeas, un símbolo de sicrentismo europeo y americano, que respondía a las necesidades artesanales de la zona, representando una fiel similitud de sus mismas creadoras y artesanas: mujeres indígenas.
Como se mencionó con antelación, en sus cimientos estas bellas creaciones estaban hechas con barro, fibra de palma y maíz, cuya función era ahuyentar a los malos espíritus que rondaban cerca de los niños. Al pasar del tiempo, los materiales se sustituyeron por retazos de tela, es decir, trapos generalmente de algodón o oppelina, listones y estambres de colores.
En cuanto a su nombre “María”, es el término genérico que se les daba a las mujeres mazahuas que las vendían al ras del suelos de las calles transitadas de México. Entre las curiosidades de este juguete mexicano se encuentra “Lele”, una muñeca gigante que ha viajado para representar al país en ciudades como Londres, San Francisco, Madrid, entre muchas otras y que el 18 de abril de 2018 fue declarada Patrimonio Cultural del Estado de Querétaro. De hecho, la fama de Lele provocó que le hicieran una estatua en esa entidad federativa.
Sin embargo, este juguetes no es el único que ha representado a la cultura mexicana, hay otros muy importantes como:
- BALERO: Este desafiante juego consta de una cuerda, que por un lado sujeta a un palo o mango alargado y por el otro un mazo en forma de barril.
- TROMPO: Es un juego de destreza que te hará pasar momentos muy divertidos, puede ser de madera o de plástico, consiste en hacer girar el juguete enredando la cuerda o lazo al artefacto.
- YO-YO: Es de los más populares en México y a nivel mundial- Al igual que el pasado, es un juego de destreza y malabares. Está formado por un disco de madera o plástico con una ranura en su perímetro, en la cual se enrolla un cordón que le permite bajar y subir.
- LOTERÍA: Consiste en ir llenado con fichas cada cuadro voceado por la persona, quien complete todos los recuadros gana. Aunque ya hay de todo tipo, las figuras originales incluyen al diablillo, el gallo, la dama, las jaras, la bandera, barril, luna, corona, entre otras.
- CANICAS: Son diminutas bolitas de vidrio o piedra muy coloridas y brillosas. Hay muchas formas de jugar, una de ellas es la del “hoyito”, para esto se traza una línea de salida y a una distancia considerable se hace un orificio, desde la línea se tiran las canicas en contra de las demás. El ganador es quien logre meter su propia canica en el hoyito.
