Con base en un sondeo de Levada Center, una organización no gubernamental de Rusia, dos tercios de los encuestados rusos consideran a Estados Unidos como un enemigo.
Mientras una salida definitiva a la crisis entre Ucrania y Rusia se encuentra lejos, se plantea si esta división se limita al nivel de política internacional o si también está presente en los sentimientos de la población rusa. De acuerdo con un sondeo de Levada Center, una organización no gubernamental rusa, dos tercios de los encuestados de la ex república soviética consideran a Estados Unidos como un enemigo.
Por lo anterior, teniendo en cuenta la anexión de Crimea por parte de Rusia y la subsecuente guerra en el este de Ucrania desde 2014, no sorprende a la política que un 40 por ciento de las respuestas clasifiquen a Ucrania como un enemigo de Rusia. Bajo ese argumento, de acuerdo con el portal de estadística Statista, los principales adversarios de la Federación de Rusia incluyen a Reino Unido (28 por ciento), Letonia y Polonia (ambos con un 21 por ciento) y Lituania con 20 por ciento de respuestas.
Del lado de los aliados, el 58 por ciento de los encuestados indican a Bielorrusia como el país amigo más cercano a Rusia, seguido de China con 38 por ciento, Kazajastán con 34 por ciento, Armenia con un untase de 16 y la India con 13 por ciento. Cabe destacar que esta gráfica hecha por Statista, está basada en la encuesta Levada Center, la cual se aplicó a mil 620 de rusos mayores de 18 años, levantada en mayo del año pasado:
¿QUÉ HA PASADO ENTRE RUSIA Y UCRANIA?
Según Estados Unidos, Rusia ha trasladado a más de 150 mil soldados cerca de las fronteras que Ucrania tiene tanto en ese país como en Bielorrusia. Según la cadena BBC, un oficial de defensa estadunidense dijo que entre el 40 y 50 por ciento están en una posición de ataque. Sin embrago, la ex república soviética justifica la presencia de tropas afirmando que están allí llevando a cano ejercicios militares.
A todo ello, el presidente Vladimir Putin ha insistido en que Rusia no quiere la guerra y está lista para negociar, pero también ha amenazado con “medidas técnico-militares de represalia apropiadas” si no se cumplen sus demandas de garantías de seguridad. Mientras Rusia ha intensificado su discurso, occidente sostiene que está creando un pretexto de ataque.
El conflicto surgió porque Rusia se ha resistido durante mucho tiempo al acercamiento de Ucrania a las instituciones europeas y sobre todo a la Organización del Tratado del Atlántico norte (OTAN), una alianza defensiva de 30 países.
Es bien sabido que Ucrania comparte fronteras tanto con la Unión Europea como con Rusia, pero como antigua república soviética mantienen profundos lazos sociales y culturales con Rusia y por ende, allí se habla mucho ruso.
No obstante, cuando los ucranianos destituyeron a su presidente prorruso a principios de 2014, Rusia se anexó la península de Crimea, en el sur de Ucrania, y respaldó a los separatista que capturar grandes extensiones del este de Ucrania. Desde entonces, los prorrusos han luchado contra el ejército ucraniano en un conflicto que ha cobrado más de 14 mil vidas.
Aunado a esto, Rusia se ha quejado de que los Acuerdos de Paz de Minsk, firmados en 2015, están lejos de lograrse. Este fue un paquete de acuerdo negociados en 2014 y 2015 en la capital de Bielorrusia, diseñado con el objetivo de poner fin a la guerra en el este de Ucrania entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los rebeldes respaldados por Rusia.
Aunque gran parte de la atención está en el este de Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mencionado que “Rusia atacará la capital de Ucrania, Kiev, una ciudad de 2.8 millones de habitantes”.