Tras publicarse un informe sobre los abusos sexuales por parte del clero católico, Benedicto XVI ofreció perdón, pero negó haber encubierto a implicados.
Luego de presentar el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wasttl (WSW) un documento donde evidenció cómo los responsables de la iglesia ocultaron casos de violencia sexual en la arquidiócesis de Múnich y Freising, Alemania; este martes el Papa emérito Benedicto XVI ofreció perdón por los abusos, pero negó haber encubierto a sacerdotes que cometían esos actos.
Aunque durante años Joseph Ratzinger, mejor conocido como el Papa Benedicto XVI, rechazó esas acusaciones históricas; el reporte publicado a finales de enero le atribuye no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos bajo su jerarquía. Sin embargo, en una carta hecha pública por el Vaticano este 8 de febrero, el emérito aseguró que nunca encubrió esas agresiones cuando tenía “importantes responsabilidades en la Iglesia católica”.
En el documento de WSW se develó que este Papa tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino, continuó cometiendo violaciones. No obstante, en esta nueva misiva se indicó que Benedicto VXI no sabía que el sacerdote era un abusador.
“Como ya había hecho en los días pasados, vuelve a pedir disculpas por el error, absolutamente involuntario, de su presencia en la reunión del 15 de enero de 1980 durante la cual se decide de acoger en la diócesis a un sacerdote que necesitaba tratamiento. Se dice también que esta ‘particularmente agradecido por la confianza, el apoyo y las oraciones que el Papa Francisco me ha expresado personalmente’ “, publicó el portal Vatican News.
A través de la carta, Ratzinger resaltó que en todos sus encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, ha percibido en sus ojos las consecuencias de una “grandísima culpa” y ha aprendido a entender que “nosotros mismos caemos dentro de esta grandísima culpa, cuando la descuidamos o cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha sucedido y sucede demasiadas veces”.
“Mayor es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi misión en los respectivos lugares”, escribió.
Los cuatro expertos que trabajan para el emérito rechazaron las acusaciones expresadas en el informe alemán, que según ellos, han analizado con detalle. Mencionaron que “cuando fue arzobispo, el cardenal Ratzinger no estuvo implicado en intentos de disimular abusos”. A todo esto, Benedicto XVI externó su felicidad al encontrarse con el “juez supremo de la vida” y por la gracia e ser cristiano.
“Pronto me encontraré ante el juez supremo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento sin embargo feliz porque confío firmemente en que el Señor no sólo es el juez justo, sino al mismo tiempo el amigo y el hermano que ya ha sufrido él mismo mis desperfectos y es, por tanto, como juez, al mismo tiempo mi abogado (Paráclito)”, afianzó.
Para el legista Ulrich Wastl, Ratzinger tenía que “haber conocido los acontecimientos y que muy probablemente sabía qué pasaba en la arquidiócesis”. Las cifras del bufete por encargo de la arquidiócesis en febrero de 2020, apuntan que al menos 497 personas han sufrido abusos en la diócesis de Múnich-Freising, en un periodo de 74 años, es decir, desde 1945 hasta 2019; de los cuales, la mayoría fueron hombres (247) y el resto mujeres (182).
El 60 por ciento tenía una edad comprendida entre 8 y 14 años. En total, 235 fueron los abusadores, entre ellos, 173 sacerdotes, nueve diáconos, cinco agentes de pastoral y 48 personas del ámbito escolar.
#Alemania #BenedictoXVI En una carta a los fieles de Múnich, el Papa emérito habla de la pederastia clerical, inspirándose en las palabras “mea maxima culpa” que se repiten en la #Misa#VaticanNews #Ratzinger #Munich https://t.co/MYI324rlvM
— Vatican News (@vaticannews_es) February 8, 2022