Una vez a año se puede apreciar un fenómeno del naturaleza muy peculiar y hermoso; se trata de la ‘Montaña fantasma’, conoce más sobre este extraordinario suceso.
La naturaleza nos regala espectáculos impresionantes que muchas veces desconocemos, sin embargo, hay uno muy peculiar denominado ‘la Montaña fantasma’, el cual se deja ver durante algunos días de febrero, y por el cual cientos de personas viajan y suben el Monte Tláloc para ver el increíble amanecer.
El Estado de México cuenta con diversos cerros y montañas importantes, y entre ellos se encuentra el Monte Tláloc, el cual es peculiarmente venerado y respetado por los visitantes y la población local. Aquí no solo se encuentra el centro ceremonial más alto del mundo, sino que también guarda un gran misterio, ‘la Montaña fantasma’.
Arriba de este se pueden ver el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl, así como el majestuoso volcán, Pico de Orizaba, el cual es el mas alto de México. Y arriba de este al amanecer se forma una peculiar sombra, la cual es producto del Pico de Orizaba, la Malinche y el Monte Tláloc, las cuales al unirse forman una montaña mas.
A este fenómeno se le conoce como ‘la Montaña fantasma’, debido a que solamente es una sombra, aunque no exista una montaña física, sin embargo, es tan impresionante que los montañistas arriban con emoción, acompañados de un ritual de agradecimiento a la montaña y la madre naturaleza.
¿Dónde ver la Montaña fantasma?
El Monte Tláloc cubre la región del ex Lago de Texcoco en el Valle de México, y es desde aquí que se puede disfrutar de este fenómeno de la naturaleza, el cual solo tiene una duración aproximada de 15 minutos, y el cual significaba el inicio de un año nuevo para los antiguos mexicas.
Este se localiza en Texcoco, Estado de México, pero forma parte de la zona norte del Parque Nacional Iztaccíhuatl Popocatépetl, que administra la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Además en su cima se encuentra el centro ceremonial construido a mayor altura en Mesoamérica, el cual es dedicado a Tláloc, Dios de la lluvia, a quien el daban grandes ofrendas, esto como símbolo de agradecimiento.
Este sitio es sagrado y resguardado, y aunque fue casi cien por ciento destruído por los frailes españoles; otros más decidieron esconder piezas, vasijas y demás para la posteridad. Aunque están sus ruinas, sigue siendo impresionante la energía y veneración que tiene.
La zona arqueológica está resguardada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los cuales continúan investigándolo.
De acuerdo con los expertos del INAH, el Monte Tláloc y su centro ceremonial está documentada en textos del siglo XVI que registran que Moctezuma II subía con fines rituales al templo, dominado por tetzacualco.
En cuanto a las investigaciones publicadas en 1997, descubrieron que tetzacualco también registraba la salida del Sol durante los días nemotemi, que son a partir del 7 de febrero, hasta el 12 de febrero, que era cuando concluía el año para los mexicas.
Así, con un espectáculo único los mexicas recibían el año nuevo, y para poder subir era necesario todo un ritual, además de un camino de casi 20 kilómetros, en el cual los montañistas se enfrentan a diversas pruebas de la naturaleza, aunque la recompensa es invaluable.