Todas las profesiones y actividades en la vida tienen sus diferentes grados de dificultad y sus propias maneras de catalizar el estrés y las dificultades propias del trabajo. Tal vez tu responsabilidad no se equipara a la de un piloto de aviación o un médico cirujano -o tal vez sí-, pero lo cierto es que a todos, lo que hacemos nos hace sentir como como así fuera.
Para triunfar necesitas hacerte tolerante al fracaso. Al respecto de ello, la especialista Addison Duvall asegura que forma parte del proceso de acondicionamiento de cada quien.
Duvall opina que los errores que se cometen en el trabajo “pueden resultar interesantes y no en fracasos absolutos, la confianza crecerá y finalmente se superará la sensación de fatalidad para mostrarse sólo como un mero bache en el camino, pues no hay nadie que no haya pasado por ahí”.
Soportar la frustración
No basta basta la pasión, se necesita talento y mucho trabajo para ser un experto en cualquier rama profesional o trabajo, pero también la honestidad para reconocer cuando se es apto para algunas cosas.
Es fundamental aprender a escuchar las críticas en general y no sólo las positivas, descubrir qué tipo de reacciones genera tu trabajo y adquirir experiencia con base en lo que opinan los demás.
Resulta fundamental también aprende a criticarse a sí mismo, aceptar las deficiencias que se puedan tener y ser, en la medida de lo posible, justo con la opinión propia. No trabajar pensando en el reconocimiento, la fama o la fortuna, sino en cómo mejorarlo y potenciar los alcances creativos. Lo demás vendrá como consecuencia de la buena labor. Diversificar las actividades que se realizan y encontrar otras especialidades es también una buena manera de enfrentar el fracaso creativo.
Erradicar las actitudes negativas
Pero sólo se puede aprender del fracaso cuando existe una clara conciencia de que se ha caído en él. Si no no existe un proceso de comprensión del fracaso es común reincidir en ellos y este se puede agudizar si además de ello se cae en las siguientes actitudes.