La Fórmula Uno encontró en México un oasis, un territorio que recibió al gran circo con los brazos abiertos y lo abrazó profundamente; un espectáculo que estaba peligrosamente cerca del tedio al ver diferencias de más de 15 segundos entre el primer y segundo lugar, circuitos aburridos y pilotos que no arriesgaban.
A esa Fórmula Uno el aficionado mexicano le dio un voto de confianza, llenó las gradas del Autódromo Hermanos Rodríguez y se emocionó con el ruido de los monoplazas, e hizo lo mismo año con año desde 2015 hasta la fecha.
No es casualidad que el Gran Premio de México sea reconocido como el mejor evento de la categoría reina del automovilismo desde que regresó al calendario, la respuesta de los aficionados es sobresaliente, y también el país se beneficia, prueba de lo anterior son derramas económicas, generación de trabajos en fechas de la carrera, consumo, medios y demás así lo demuestran.
Incluso, la respuesta no se modifica aún cuando en cuatro ocasiones el público se ha quedado en espera de ver a Sergio “Checo” Pérez subirse al podio, pero que afortunadamente ha visto a un holandés descarado y sumamente talentoso adueñarse del trazado azteca.
Desde ESPN se ha informado que la F1 no se irá de México, que las autoridades federales así como de la Ciudad de México han destinado esfuerzos por renovar contrato con Liberty Media para otros años más de gran circo en suelo azteca.
Tal parece que la incertidumbre provocada por la nueva administración en el país quedó atrás y que los aficionados así como la economía capitalina y del país seguirán beneficiándose de un deporte que llegó para quedarse.
Ahora solo queda esperar por el anuncio oficial, algo que sin duda será una gran noticia para el aficionado y para México también.
