A dos semanas de que inicie la Semana Santa y por ende el flujo de vacacionistas y paseantes aumenten a niveles de saturación, principalmente en los destinos de playa y las cien ciudades más importantes del país, Claudia Sheinbaum y Alfredo del Mazo deciden mantener el semáforo naranja en la capital y en el Estado de México, además de permitir la apertura de establecimientos que llevaban cerrados, prácticamente, desde que inició la pandemia.
La única manera de detener el contagio es a través de la inoculación masiva del antígeno en un ritmo de por lo menos 500 mil vacunas diarias, sin embargo, en la CDMX apenas se ha aplicado la vacuna en seis alcaldías a los adultos mayores y tardíamente se espera que otras cuatro se sumen a estos afortunados que, por cierto, esperaran, muchos de ellos, más de un mes para que les sean aplicada la segunda dosis.
El presidente López Obrador, en otra de sus mentiras, ha asegurado que los más de 15 millones de adultos mayores de 65 años que hay en el país, se vacunarán en este mes, aunque por allí dicen que será en abril, aunque los más enterados apuntan que en mayo o junio, tendrán el antígeno, si no los 15 millones en una primera dosis, si buena parte de ellos.
Se dice que por lo menos 40 por ciento de los habitantes del centro del país ya se contagiaron de Covid; la mayoría fueron asintomáticos; otra parte se enfermaron; y los menos, por desgracia fallecieron, aunque el porcentaje de mortalidad sea el más alto del mundo.
Así que, estimados lectores, viene el tercer repunte por el Coronavirus, y éste empezará a verse reflejado en la saturación de hospitales y de funerarias, después de Semana Santa.
A diario, el gobierno federal reporta el número de vacunas que llegan. Sin embargo, al observar el ritmo de vacunación, pues vemos que o se están guardando para aplicarlas en la víspera de las elecciones del seis de junio, o sencillamente es otra falacia, de las que acostumbra este gobierno.
Cientos de mexicanos de la tercera edad se están vacunando en Estados Unidos. Diariamente se puede apreciar en los vuelos que salen para aquel país, sobre todo a destinos de Texas, Arizona, Florida, Nuevo México y California, un buen porcentaje de ellos. De hecho, la mayoría de los viajeros son mayores de 65 años, quienes en compañía de algún familiar, buscan allende nuestra frontera el anhelado antígeno.
El tercer repunte de muertes y enfermo es inminente. Ante ello, el responsable nacional de combatir al virus se pasea contagiado por las calles de la ciudad.
Sin cubrebocas, sin una estrategia eficaz para evitar tantos muertos y como único argumento la falacia y la simulación, los responsables envueltos en la bandera del cinismo y la demagogia, salen a diario a intentar dar una versión tergiversada de la realidad. Esos funcionarios federales y uno que otro gobernador, en otras latitudes, tendrían sus días contados en la administración pública y con un pie en la cárcel.
Con información de EL FINANCIERO