Un fuerte sismo de 7.4 grados remeció este jueves la costa oriente de Rusia, indicó un reporte del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
En los primeros reportes, las agencias de noticias rusas no han reportado daños inmediatos en el área, la cual es una de las menos pobladas del país continental.
El sismo frente a la península rusa de Kamchatka, tuvo una primera lectura de 7.8 grados de magnitud, tuvo un impacto a 82 km al oeste de Nikolskoye a una profundidad de 9 km, indicó la agencia estadounidense.
Cancelan alerta de tsunami
Las características del sismo no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en la península rusa de Kamchatka, en el Océano Pacífico, de acuerdo con el Centro Geofísico local.
El movimiento telúrico se sintió a las 05:01 horas locales del viernes y tuvo su epicentro a varias decenas de kilómetros de las islas Komandorski y a menos de 200 kilómetros de la costa oriental de Kamchatka, una de las zonas con mayor actividad sísmica del planeta.
En realidad, fueron dos terremotos simultáneos, uno de 7.5 grados a una profundidad de 85 kilómetros y otro de 7.4 grados a 40 kilómetros de profundidad en el mar de Béring.
Los habitantes de localidad de Nikólskoye, en la isla de Béring, sintieron temblores de 5 grados, mientras en la capital peninsular, Petropavlovsk-Kamchatski, sintieron sólo temblores de 2 grados.
El Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusiaa informó que el terremoto no causó víctimas en la región, famosa por sus numerosos volcanes, algunos aún activos.
Seguidamente, el Centro de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos emitió un aviso de tsunami en un área de 300 kilómetros en torno al epicentro del seísmo cerca de la costa rusa, aunque poco después informó que las olas no superarían el metro de altura.
“El aviso de tsunami ha sido levantado. Las olas no amenazan zonas de población”, explicó Yulia Anánieva, portavoz de Emergencias en Kamchatka.
Con todo, los servicios de emergencia acudieron hasta las localidades más cercanas al epicentro del terremoto para comprobar que no había grietas en suelos, paredes y techos de viviendas y otros edificios.