El balance de 2020 en materia laboral presenta saldo rojo existe mayor desempleo. Constituye una emergencia muy grave, ahora que se cumple un año del virus Covid-19 en México. La recuperación económica lenta e inercial que está iniciando produce mayor desigualdad. Urge una recuperación incluyente y sostenible basada en contratos de trabajo digno, mayor participación económica de mujeres y más oportunidades para jóvenes.
Los principales resultados del reporte final 2020 del Observatorio de Trabajo Digno, con base en datos oficiales del INEGI, muestran:
- El desempleo se incrementó a 17.7%. Afecta ya a 11 millones 478 mil personas.
- El desempleo afecta más a las mujeres (23.2%) y a jóvenes (21.3%), incrementando la desigualdad de género y edad.
- A los empleos perdidos durante 2020 hay que sumar los empleos que no se crearon ampliando el déficit acumulado. Regresamos al nivel de ocupación de 2014.
- El ingreso laboral promedio al mes se encuentra $784 por debajo del costo de dos canastas básicas. Al ingreso promedio de las mujeres le faltan $1,577 al mes para cubrir el costo de dos canastas básicas.
- El ingreso laboral promedio para las mujeres se redujo. La brecha salarial entre mujeres y hombres creció 66%, al pasar de $646 al mes a fines de 2019 a $1,072 a fines de 2020.
- Hay casi 31 millones de personas, 2 de cada 3 trabajando sin ingreso suficiente para cubrir el costo de dos canastas básicas (66.1%)
- Las personas que trabajan por su cuenta aumentaron su precariedad: 79% carecen de ingreso suficiente y 99.9% no tienen seguridad social
- 61% de las personas que conservaron su trabajo asalariado carecen de ingreso suficiente y 41% carecen de afiliación a la seguridad social.
- La precariedad del trabajo asalariado se explica en parte por la indefensión: 51% de las personas con trabajo asalariado carecen de contrato estable y 86% carecen de afiliación sindical para la defensa y negociación colectiva.
Son urgentes los cambios estructurales en el mundo del trabajo para mejorar el salario y el respeto a los derechos laborales. Nuestras propuestas para lograr trabajo digno como base de la recuperación económica incluyente:
- Avanzar en la recuperación gradual de los salarios y el incremento al salario mínimo hasta que cubra el costo de dos canastas básicas.
- Apoyamos una reforma legal contra el outsourcing abusivo que combata los modelos de subcontratación basados en violar derechos laborales, mediante sustitución de obligaciones patronales y exigimos acelerar la implementación del nuevo sistema de justicia laboral, de la elección democrática de dirigentes sindicales mediante voto secreto y de mecanismos de inspección y autorregulación para el cumplimiento de derechos laborales.
- Solicitamos al Senado aprobar la reforma constitucional para contar con un sistema nacional de cuidado, siempre y cuando se le asignen recursos suficientes que posibiliten la creación de espacios seguros de cuidado infantil y de personas mayores o con discapacidad, para lograr mayor participación económica de las mujeres
- Hay que crear oportunidades de trabajo para jóvenes, especialmente para quienes tienen mayor desventaja por el rezago educativo, la pobreza y las condiciones de violencia que se vive en los hogares y en muchas zonas del país.
- La reforma estructural de fondo es romper el “cordón umbilical” entre salud, seguridad social y trabajo. La salud es un derecho humano, de todas las personas, no una prestación laboral. Hay que trazar la ruta para sustituir el modelo de seguro social “alemán” o “bismarkiano” por otro que tenga cobertura universal y sea financiado con impuestos generales. Para lo cual se requiere una reforma hacendaria progresiva.
La recuperación económica inercial después de la crisis por Covid-19 profundiza la desigualdad y genera desempleo. Se debe exigir a todos los actores sociales, en especial a los gobiernos y empleadores a generar cambios para lograr una recuperación económica post covid19 que sea incluyente y sostenible, con trabajo digno, inclusión económica de las mujeres y oportunidades para jóvenes.