La vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford contra el Covid-19 tiene una mayor efectividad si la segunda dosis se administra tres meses después de la primera y no seis semanas después, según un estudio revisado por pares y publicado en la revista médica The Lancet el pasado viernes.
El estudio confirmó los hallazgos de AstraZeneca de comienzos de febrero que mostraron que la vacuna tenía una efectividad de 76% contra una infección sintomática del coronavirus por tres meses tras la primera inoculación.
También se confirmó que después de la segunda dosis, la eficacia de la vacuna de dos dosis estándar es del 82,4% con el intervalo de 3 meses que se utiliza en el Reino Unido.
De acuerdo con Andrew Pollard, investigador jefe del ensayo de vacunas de Oxford y coautor, “estos nuevos datos proporcionan una verificación importante de los datos provisionales que fueron utilizados por más de 25 reguladores, incluidos la MHRA y la EMA, para otorgar la autorización de uso de emergencia de la vacuna”.
Los análisis exploratorios presentados sugieren que es el intervalo de dosificación y no el nivel de dosificación lo que tiene un gran impacto en la eficacia de la vacuna. Esto está en línea con investigaciones anteriores que respaldan una mayor eficacia con intervalos de refuerzo más prolongados realizados con otras vacunas como la influenza, el ébola y la malaria.
Los autores también informan más sobre el potencial de la vacuna para reducir la transmisión del virus, basándose en hisopos obtenidos de voluntarios en los brazos del ensayo en el Reino Unido con una reducción del 67% después de la primera dosis de la vacuna.
Ante un resurgimiento en los casos y nuevas y contagiosas variantes del virus, muchos países esperan ampliar las inmunizaciones, vacunando a la mayor cantidad posible de personas con una primera dosis, y demorando las inyecciones posteriores.