A principios de semana salieron a la venta los boletos para los juegos de la final entre América y Cruz Azul, ante la demanda de las aficiones el portal Ticketmaster se vio superado, una vez más, y al cabo de unos cuantos minutos apareció el malestar de los usuarios quienes no pudieron hacerse de una entrada para el encuentro de vuelta del domingo entrante.
Los reportes en contra del sistema de compra de boletos fueron abundantes, incluso se hacía mención a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que interviniera en el asunto.
Y es que más allá de las quejas clásicas de los usuarios, hubo quienes fueron más allá y detectaron que mientras en Ticketmaster la leyenda de que no había resultados en las búsquedas de los boletos, en el sitio de reventa Stubhub se incrementaba la demanda de entradas en reventa a precios exhorbitantes.
Aquí hay un negocio muy turbio. En menos de 5 minutos se acabaron los boletos para la final en el Azteca en @Ticketmaster_Me, donde el boleto más caro costaba $2,352. Inmediatamente después en @StubHubMX ya hay cientos de boletos en reventa con un precio promedio de $16,228. pic.twitter.com/Kwws0gka75
— Leonardo Núñez González (@leonugo) 10 de diciembre de 2018
De tal modo que la relación entre uno y otro cobró más relevancia, en momentos en los que los usuarios, cada vez más empoderados, tienden a llamar a movimientos como boicots o reclamos masivos con mayor facilidad.
Si bien se trata de una situación que se vive cada vez que existe demanda por un evento de elevada magnitud, desde las autoridades se han intentado realizar esfuerzos para eliminar las exclusividades como son los clientes de un banco, entre otros.
Motivo por el cual, también habrá de cambiar la forma en la que se ofertan entradas en el terreno digital, para que más de una empresa pueda proveer de los tickets y de esta forma evitar fenómenos como el de la reventa ilegal.
