Después de que el gobierno italiano declarara la región de la Lombardía y una parte importante del norte del país como aislamiento frente al brote de coronavirus, la gente ha tenido que cambiar su estilo de vida, pues en una región con tanto movimiento social, se tuvo que hacer un cambio radical como no salir de casa, limitarse en sus actividades y sobre todo evitar el contacto con los demás habitantes.
Sin embargo, aunque las cifras en Italia ascienden a los 24,000 casos confirmados de COVID-19, y 1,809 fallecimientos, el gobierno ha sabido controlar el brote y todo parece indicar que dentro de pocos meses podría recuperarse el estilo de vida al que están acostumbrados.
Y después de que anoche se confirmara en México el primer fallecido por coronavirus, que padecía de una enfermedad crónica con diabetes, el gobierno local tiene la responsabilidad de contener todavía más este virus, sin embargo, debe aprender de algunas lecciones que dejó Europa sobre el brote.
La primera de ellas es que, en Italia, uno de los grandes errores fue que el primer caso de COVID-19 se detectó al interior de un hospital, por lo que, en el trayecto, el infectado afectó a muchas personas vulnerables al interior del complejo, declaró el médico italiano Cristiano Ravalli de acuerdo con información de El Universal.
Además de ello, recordemos que el virus afecta principalmente a los adultos mayores, por lo que una población muy alta de Italia está conformada por habitantes de esta edad, que además de ser vulnerables, también se mantienen muy activos y en constantes viajes por todo el país, añadió el especialista de la salud.
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Algo muy similar a lo que está sucediendo en otros países europeos, el mismo patrón de comportamiento en los habitantes es lo que ha propagado el virus de esta forma en el viejo continente, declaró Ravalli.
Aprender de la detección temprana del coronavirus
Por otra parte, el especialista médico declaró que las llamadas “curvas exponenciales” son lo que realmente preocupa a los expertos, pues más que adivinar la cantidad de infectados, se trata de matemáticas, pues para frenar el brote, es obligatorio reducir los desplazamientos y las interacciones de las personas para tener más oportunidades de detener el brote.
Si bien, requiere de una inversión económica muy grande rastrear los casos infectados, lo que debe aprender México es que resulta más caro paralizar sociedades enteras “esto no es la gripe, es un virus nuevo y hay que tomar las lecciones de otros países que están teniendo éxito y tener una estrategia integral”, declaró el médico italiano.
Lo interesante, es que este método de identificación lo ha hecho correctamente Corea del Sur, pues el gobierno aplicó diversas pruebas aleatorias a poco más de 200,000 personas, concentró 633 puntos de detección en todo el país y aplicó cerca de 15,000 exámenes al día desde el inicio del brote.
Cristiano Ravalli admiró la forma en la que Corea del Sur actuó ante esta situación, pues su estrategia, aunque ha detectado más de 8,000 casos, gracias a la detección temprana, su tasa de mortalidad es de 0,9% que se traduce únicamente en 81 muertos.
