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Inicialmente, este tratamiento para el coronavirus se empezó a desarrollar para luchar contra el brote del ébola en 2014
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La experiencia de esta epidemia en África permite que los agentes farmacéuticos actuales puedan actuar con mayor eficiencia
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En particular, se tienen mejores recursos para el desarrollo y prueba de tratamientos experimentales
El coronavirus ha mantenido a prácticamente todos los medios y público en general al vilo de sus asientos a lo largo de los últimos meses. Y en estas semanas, la tensión es solo cada vez más grande. No solo se están suspendiendo multimillonarias cintas como Misión Imposible. Hay también agentes maliciosos que están empleando el pánico para robar datos personales. No ayuda que hace horas que se registró el primer caso de la infección en América Latina.
Worldometers da un buen resumen del estado del coronavirus en el mundo. Hasta ahora, se han registrado más de 82 mil casos de infección, la amplia mayoría todavía dentro de China. Y aunque ya se tienen 33 mil 345 personas recuperadas (cerca de la mitad del total de enfermos) ya se alcanzó el negro hito de dos mil 814 muertes. Por supuesto, la expansión de infecciones por países del mundo fuera de Asia, como Europa y Oceanía, provocan un estado de pánico.
Debido a la naturaleza innata de los virus, hay poco que se pueda hacer para controlar este brote fuera de esperar la recuperación del paciente. No solo el mejor mecanismo de defensa contra dichos patógenos es el reposo y la acción del mismo sistema inmune. Además, por ser un padecimiento tan nuevo, no hay aún ningún tratamiento ni vacuna para mejorar el chance de supervivencia de los pacientes. Sin embargo, una esperanza ya se asoma ahora mismo.
¿Una cura para el coronavirus?
Según The Verge, un tratamiento experimental contra la enfermedad está en pruebas clínicas dentro de los Estados Unidos (EEUU). Se trata de un antiviral llamado remdesivir, que ya lleva un par de semanas funcionando en China. Los resultados preliminares de esta medicina son bastante prometedores. En una conferencia de prensa, el director general asistente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que es el único fármaco con cierta efectividad.
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Este antivirus ya se ha probado con anterioridad en los brotes de SARS y MERS, igual con resultados muy prometedores. El fármaco ha probado ser útil para bloquear la actividad del coronavirus en las células del cuerpo. Hasta ahora, solo se ha aplicado este tratamiento a los pacientes que ya no tienen mejor opción para sobrevivir que probar este método experimental. Resultados de pruebas clínicas más serias podrían no ser liberadas sino hasta el año 2023.
La dificultad de encontrar tratamientos a nuevos virus
Alrededor del coronavirus se ha vuelto a abrir la conversación sobre la importancia de las vacunas y los tratamientos médicos. No solo son una herramienta crucial para la prevención de pandemias. Además, ha empezado a quedar claro que no es tan rápido fabricar uno de estos fármacos. Eso sin contar que puede haber múltiples soluciones en desarrollo, no todas ellas con las mismas probabilidades de ser la “bala de plata” que terminará la crisis de salud.
¿Por qué es tan difícil encontrar un tratamiento para el coronavirus, u otros virus? De nuevo, todo tiene que ver con el patógeno. Al contrario de las bacterias u otros microorganismos que pueden ser nocivos a la salud de los seres humanos, la mejor forma de combatir con los virus es a través de vacunas. O bien, fortaleciendo el mismo sistema inmune. Sin embargo, el crear estos fármacos toma mucho tiempo de investigación, por varias razones muy importantes.
En primer lugar, es necesario identificar a qué mecanismos de defensa es vulnerable el virus. Solo esta investigación puede tomar meses. A eso se le debe sumar la creación de un fármaco que pueda recrear las condiciones deseadas sin efectos secundarios graves. Y luego, probar su efectividad para la amplia mayoría de la población. Por eso el coronavirus no tiene una gran solución inmediata. La mejor opción, por ahora, es evitar la expansión de la enfermedad.
