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Solo la OMS ha decidido utilizar la clasificación de “emergencia de salud pública de alcance internacional” en pocas ocasiones
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Otros ejemplos en los que se ha empleado esta categoría fue la epidemia del virus del Ébola en 2014-2016
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Asimismo, se empleó para catalogar la fiebre porcina (AH1N1) de 2009 y los brotes de Zika de 2016
Hay varios riesgos que podrían acabar con la vida humana en el planeta. De inicio, uno de los peligros más reales e inminentes es el cambio climático, que ya puso en peligro de extinción a más de un millón de especies. También está la posibilidad de un conflicto bélico, que sea más grave que una simple guerra comercial, que resulte en la muerte de una buena parte de la población global. Y después está el riesgo que representan microorganismos como los virus.
Aunque en una época con medicina tan avanzada como la que se tiene hoy en día parece algo risible la extinción por culpa de un virus o bacteria, se trata de un peligro muy real. De acuerdo con The Conversation, las actividades humanas han contribuido a la creación de patógenos más peligrosos y resistentes a tratamientos modernos. Algunos agentes apuntan que, sin los cuidados adecuados y con suficiente mala suerte, incluso se podría acabar con la humanidad.
Esto se debe a que los virus no solo pueden evolucionar a gran velocidad, haciendo muy poco eficiente la creación de vacunas y tratamientos. Asimismo, gracias a la profunda interconexión entre todos los países del planeta, es muy sencillo que un organismo se propague sin querer de un lado a otro, haciendo más difícil la respuesta. Así que, cuando un patógeno empieza a tener efectos desgarradores en los primeros casos, todos los gobiernos saltan a la defensiva.
Un virus mortal brotó en China… y se está expandiendo
Desde ayer que varios medios reportan la expansión de un peligroso y poderoso patógeno en Asia, específicamente China. Según El País, se trata de una nueva versión del coronavirus de Wuhan. En información de El Universal, para esta mañana ya se habían registrado al menos seis muertes confirmadas a causa de este virus en el país. Hasta ahora, ya hay alrededor de 300 casos de infección a lo largo de esta nación. Lo peor es que parece estarse expandiendo.
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También El Universal apuntó que ya se habían detectado casos de infección en Corea del Sur, Tailandia y Japón. El País apunta que también hay una persona con el virus en Australia. De acuerdo con National Geographic, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunirá en un comité de emergencia para decidir las próximas acciones de prevención y contención. A la vez, se decidirá si clasificar el evento como una “emergencia de salud pública internacional”.
El mundo, al borde de una mega-pandemia internacional
No es la primera vez que suenan alarmas por un virus o patógeno peligroso. En noviembre del año pasado, se encendieron algunas alarmas por el resurgimiento de la llamada peste negra. En México, hay problemas de salud como la diabetes y el cáncer de mama que, aunque tienen un origen médico muy distinto, también se les ha considerado un gran reto de salud. Incluso se han empezado a prender sirenas con respecto a acontecimientos de estabilidad mental.
Pero el caso con este virus de China es algo especial. Por fortuna para las autoridades de China, Asia y el resto del mundo, se tomaron las precauciones adecuadas para controlar la situación desde un principio. Si todos los países involucrados, así como otros gobiernos en gran contacto con Pekín, son suficientemente cuidadosos se podrá salir de este problema sin mayor drama. Pero es posible que no siempre las autoridades sanitarias tengan igual suerte.
Uno de los mayores problemas con los virus, bacterias y patógenos, es que los métodos de infección son muy variados. Desde estar en contacto con animales hasta solo respirar el mismo aire que una persona enferma. A eso se debe sumar que es imposible estar preparado para todos los potenciales desafíos que pueden afectar a la humanidad. Por eso, aún si no es el coronavirus de China, es posible que alguna enfermedad provoque el fin de la civilización.