El ocio es una parte fundamental para el ser humano y es normal que haya una parte importante de tu presupuesto que destines al gasto. Aunque es algo primordial para tu día a día, debes saber también que gastar mucho en ocio puede hacer que tu sueldo no te haga llegar a final de mes. Eso sí, si no quieres renunciar al ocio, te vamos a ayudar a que ahorres en ocio ofreciéndote una serie de consejos básicos.
1.- Respeta tu presupuesto
Siempre tienes que determinar la cantidad que quieres gastar y nunca pasarte de ahí. Además, si es posible, sería ideal que guardaras un poco de dinero y que tengas un pequeño fondo para cuando te apetezca hacer un gasto mayor o se te presenta una oportunidad de ocio interesante.
2.- Valora las experiencias
Está claro que puedes pasarlo muy bien gastando dinero aunque también puedes pasarlo igual de bien gastando poco. Seguro que si haces memoria, te acuerdas de muchos momentos felices en los que no has gastado una gran cantidad de dinero.
3.- Los restaurantes, una excepción
Si ves que tu hábito de comer en restaurantes no se lleva bien con tu presupuesto, establece una frecuencia. Por ejemplo, decide comer en restaurantes solo para celebrar determinados acontecimientos o, por ejemplo, solo una vez al mes o una vez a la semana.
4.- Aficiónate a la lectura
La lectura es un hobby barato para la cantidad de diversión y enriquecimiento que te puede ofrecer. Y es mucho más barato si usas la biblioteca de tu localidad.
Así que haz de la lectura tu principal actividad de ocio. Y si no es la lectura, hay otros hobbies que pueden adaptarse a tu presupuesto como jugar al ajedrez o hacer bricolaje o manualidades.
5.- Utiliza menos el coche
Cuando salgas, intenta compartir el vehículo con tus amigos o moverte en transporte público o a pie.
6.- Aprovéchate de los descuentos y eventos gratuitos
Sal cuando haya eventos, lugares o productos que te interesen y aprovecha los descuentos si los hay por ir en grupo o hacen algún descuento un día concreto.
También deberías acudir a los eventos gratuitos ya que, además de ser gratis, están muy bien. Algunos ejemplos son las exposiciones, bailes o los desayunos colectivos.